miércoles, 17 de septiembre de 2008

LA CONVERSIÓN DE FABIO MCNAMARA

Siguiendo con nuestra galería de conversiones contemporáneas hoy nos vamos a ubicar en los años 80 en pleno pulmón de lo que se vino a denominar en España como la movida madrileña. Recordarán a nuestro protagonista compartiendo escenario con un jovencísimo Pedro Almodovar. Se llama Fabio de Miguel, pero puede que les suene más por sus apodos artísticos como Fanny McNamara o Fabio McNamara. Ha sido cantante, actor y artista plástico español muy relacionado con toda la subcultura que se gestó en torno a ese movimiento de drogas, sexo y rock and roll en su vertiente más cutrehispánica. Interpretaba temas tan míticos como "monja-jamón", "voy a ser mamá" o "satanasa" mientras se contorneaba espasmódicamente bajo los focos de la noche ataviado con sus mallas yonkipegadas y su estética a lo David Bowie, cresta incluída. Impresiona el relato de su conversión al catolicismo sobre todo si antes han tenido la oportunidad de ver alguna de sus actuaciones más emblemáticas en youtube. A priori puede parecer una última extravagancia de su alocada vida pero enseguida te das cuenta de que habla desde una experiencia que tiene una gran fuerza y convicción. Entrevistado en un semanario español cuenta su particular caída del caballo. Así se puede leer esta peculiar definición de la Gracia como ese "estado narcótico del espíritu sin efectos secundarios. Lo único que produce es santidad. Hace que relativices los problemas. Pone a tu disposición la sabiduría de Dios. Ayuda en todo", la Movida "no como un cuento chino sino como un cuento cochino. Aquel era un mundo falso. Más que amigos, había intereses. Era difícil encontrar alguien que te quisiera por lo que eras. Cuando dejabas de ser joven y guapo te daban una patada. Vivía alienado, bajo los efectos de un montón de sustancias. Y buscaba la felicidad donde no estaba: en la droga, en el sexo, en la fama.", a Jesucristo como "el médico que te sana, el maestro que te enseña, el amigo que nunca falla… Él te saca del fango, te limpia, te cura las heridas, te colma de riquezas y te garantiza una vida a su lado para siempre". Mcnamara considera importante la Salvación Eterna y "rezar el Rosario. Hacer lectura espiritual y meditación. Adorar al Santísimo. Ir a misa y comulgar todos los días. Si estás en Gracia de Dios, ya puede hundirse el mundo. Por eso, si peco, no pasan veinticuatro horas sin que me confiese". Me llama una vez más la atención, y supone un consuelo y una gran responsabilidad para muchos progenitores, el importante papel que los padres vuelven a tener en esta conversión radical: "Para que un alma se convierta tiene que sufrir mucho y querer curarse. En mi caso fueron de gran ayuda mis padres, que tanto rezaron por mí". Para tomar nota y nunca desesperar. La entrevista entera se puede leer aquí.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero que se ha hecho, del Opus????????????

Anónimo dijo...

Haber si aperden los de la movida. Este si ha sabido escoger, de sabios es rectificar. Animo fabio.