lunes, 3 de julio de 2006

CONEJOS AVENTUREROS


Cada vez que viajo de Benavente a Madrid me encuentro con mis amigos los conejos. Habitan a lo largo y ancho de la mediana de la A-6, más conocida popularmente como la carretera de La Coruña. Entre hierbajos y matorrales hacen su vida de conejos ajenos al importante flujo de vehículos que transita por los límites de su territorio. Ajenos hasta que a alguno se le ocurre rebasar las fronteras de este islote alargado y se lanza a la peligrosa aventura de cruzar la carretera. Ahí es cuando empieza el problema. La mayoría son aplastados por los veloces vehículos a pesar de que, algunas veces, intentan esquivarlos agazapándose en mitad del carril o desafiando "a la carrera" a los mortales neumáticos que manejan los humanos. Son conejos aventureros y políticamente incorrectos. Me recuerdan a los mozos que corren los encierros en San Fermín. Valientes y decididos que se juegan la vida por alcanzar un pellizco de libertad. Los conductores sólo vemos los cadáveres de los que se quedaron en el camino pero... cuántos habrán conseguido cruzar felizmente las fronteras de El Dorado. Seguro que muchos. A ellos dedico hoy estas líneas.