La gente no para de repetir que se trata de una cortina de humo. Lo leemos en artículos, lo oímos en tertulias radiofónicas y lo vemos en los corrillos televisivos de mesa camilla. Tiene su lógica: para tapar la crisis económica el maestresala Zapatero se ha sacado dos conejos de la chistera en forma de suicidio asistido y ley de plazos del aborto. Cortina de humo que deja sin argumentos a la oposición, moviliza al votante radical de toda índole y desvía la atención del personal sobre la situación económica de España. Es una posibilidad pero... podría ser peor. ¿Y si fuera al revés?. ¿Y si para aprobar dos leyes perfectamente pensadas, meditadas y diseñadas de ingeniería social destructiva se aprovechara un momento de confusión como el de una crisis económica?. Está claro que la coyuntura monetaria algún día cambiará. Cuestión de ciclos y medidas. Sin embargo las nefastas consecuencias de atentar impunemente contra la dignidad humana, aunque sea parapetados en supuestas leyes progresistas que se aprueban en un parlamento democrático, más tarde o más temprano, terminarán pasando factura. La historia de las grandes civilizaciones así lo ha demostrado una y otra vez.
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