lunes, 15 de septiembre de 2008

CRÓNICA PERSONAL DE MARTÍN PRIETO

Un amable lector de este blog nos envía este valiente y sincero artículo del periodista José Luis Martín Prieto que pueden ustedes econtrar en la edición de este lunes del diario El Mundo. El magistral columnista cuenta cómo ha cambiado su visión de la eutanasia desde que le ha tocado vivir de cerca el increíble y valiente combate a vida o muerte de un ser humano entrañable. M.P reconoce que en su día saludó con alegría y entusiasmo el estreno de la película "Mar Adentro" al que, como recordarán, asistió la mitad del gobierno socialista. Ahora, ha cambiado radicalmente de opinión: "Saludé el gesto con un ¡hurra! como la última carga de la brigada ligera en Balaclava contra un tren de batir ruso. Como los dioses juegan con los hombres a dados cargados, el azar, que todo lo descompone, me ha tirado del caballo en el camino de Damasco, enfrentándome en serio a la muerte de los demás que es la que más duele". El ejemplo de una mujer de 93 años que lleva doce meses luchando por sobrevivir se ha cruzado en su vida. Merece la pena leerlo con atención: "Felicitas lleva más de un año luchando malamente por su vida. A sus 93 años es una montañesa fuerte que ha sobrevivido a la guerra y el hambre, y a la que un tumor agresivo en la cabeza la ha llevado dos veces al quirófano a vida o muerte, incluso con las dudas de los cirujanos, y le ha dejado una placa de titanio en la frente, sordera y enceguecimiento. No me canso de una teoría de ingresos y altas por los hospitales de Madrid, del teléfono de madrugada o de dormir en el suelo de urgencias. No sé si estaré amparando una medicina encarnizada pero no autorizaré una postrera sedación. No lo razono; simplemente me rindo ante un hálito de vida aun no contando con el consuelo de la religión. Si Felicitas puede vivir un día más aunque sólo sea para atusar a su perra, nadie ha de quitárselo aunque la calavera se dibuje finamente en sus facciones".
La realidad y la experiencia dinamitan cualquier teoría cuando se trata de la felicidad.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parece lo mejor que he leído sobre la eutanasia en mucho tiempo. Gracias por publicar un artículo tan bueno!

Anónimo dijo...

Mi enhorabuena por las diez mil visitas. Sigue así, porfa, que viene muy bien.

Ahora paso al tema que planteas junto con el artículo de Martín Prieto. Su experiencia es bastante frecuente -una cosa es votar eutanasia y otra muy distinta que te maten un ser querido-. Esta sensibilidad deberíamos potenciarla por todos los medios posibles, con testimonios como este.
La eutanasia y el suicidio asistido se esgrimen como soluciones a la muerte con sufrimiento, en un hospital con posible encarnizamiento terapéutico, y entonces se dice que se quiere "una muerte digna" o "morir dignamente" por medio de la eutanasia. TODOS QUEREMOS UNA MUERTE DIGNA y muy pocos quieren que sea por esos sistemas. Queremos una muerte acompañada por nuestros familiares, con el dolor y el sufrimiento evitados en lo posible, con unos buenos cuidados paliativos para el paciente y su familia, expresando ritualmente nuestras creencias y con el apoyo espiritual necesario. Muchos entendemos esta forma de morir como una muerte digna y entonces aceptamos que eso es morir con dignidad.
Lo demás suena a demagogia ¿no os parece?.
Pues eso.

Anónimo dijo...

Pues a pesar de la crudeza con que se defiende la vida contra el crimen de la autanasia, ésta resulta una broma insignificante comparada con el genocidio español del aborto (inocentes por derecho propio y debutantes en la vida). Pensemos en aumentar los millones de infanticidios y calculemos la tragedia... Ni cortinas de humo, ni cobardes escusas para enfrentarse a la realidad y definirse sin tapujos.

Boulevar de la mer.

Anónimo dijo...

Perdón, perdón, perdón.

excusas y boulevard, Mon Dieu...