Es lo que tiene la democratización de la Monarquía. Antiguamente toda familia de linaje y sangre azul llevaba en los genes la predisposición, y el entrenamiento propio, para aguantar con estoica firmeza los excesos del populacho llano y sus variados plumillas. Con la llegada de la gente del pueblo a los palacios reales, los familiares dicen que "tururú". Que ellos no tienen porqué aguantar el ser "familia de" con todos los inconvenientes que conlleva y casi ninguna de las ventajas. Como mucho ponerse pamela, vestiditos monos en las recepciones de Palacio y aparecer en los tarjetones con el usted bien grande. Y claro, los jueces tampoco son tontos. Según el auto, Ortiz tiene "proyección pública" y es inviable prohibir que se la fotografíe. Por lo que ahora, después de haber conseguido el efecto contrario al que se buscaba, toca pagar las costas y poner la mejor sonrisa para las fotos. Alguien dijo alguna vez que cuando se intenta democratizar algo tan obsoleto y antidemocrático como la institución monárquica lo único que se consigue es quitarle el poco sentido que podía tener. Los antimonárquicos y los monárquicos se frotan las manos con esta sentencia. Pero por distintos motivos, claro.Cuando el hombre pierde el miedo a equivocarse es LIBRE. Eso es la REDENCIÓN. El PERDÓN. Cuando el hombre es consciente de que hay perdón rompe el último baluarte de los enemigos de la LIBERTAD, que es meter miedo. Se pierde el miedo incluso a la propia equivocación, se es más libre y entonces saca lo mejor de si mismo.
viernes, 16 de mayo de 2008
TELMA, LO SIENTO: SEGUIRÁN SIENDO PELMAS
Es lo que tiene la democratización de la Monarquía. Antiguamente toda familia de linaje y sangre azul llevaba en los genes la predisposición, y el entrenamiento propio, para aguantar con estoica firmeza los excesos del populacho llano y sus variados plumillas. Con la llegada de la gente del pueblo a los palacios reales, los familiares dicen que "tururú". Que ellos no tienen porqué aguantar el ser "familia de" con todos los inconvenientes que conlleva y casi ninguna de las ventajas. Como mucho ponerse pamela, vestiditos monos en las recepciones de Palacio y aparecer en los tarjetones con el usted bien grande. Y claro, los jueces tampoco son tontos. Según el auto, Ortiz tiene "proyección pública" y es inviable prohibir que se la fotografíe. Por lo que ahora, después de haber conseguido el efecto contrario al que se buscaba, toca pagar las costas y poner la mejor sonrisa para las fotos. Alguien dijo alguna vez que cuando se intenta democratizar algo tan obsoleto y antidemocrático como la institución monárquica lo único que se consigue es quitarle el poco sentido que podía tener. Los antimonárquicos y los monárquicos se frotan las manos con esta sentencia. Pero por distintos motivos, claro.
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