Visita dominical a una preciosa ermita dedicada a la
Virgen María en uno de estos pueblos de nuestra querida
España. Espléndido día en el cielo, y en el calendario, para poder hacer una
romería en familia, cumpliendo con la tradición por excelencia de este mes de mayo. A los pies de una hierática imagen de una
románica moreneta, tupida alfombra de colores, flores, rosarios, lágrimas y velas. Banda sonora mariana de murmullos, suspiros, rezos y letanias. Al salir, al fondo del
santuario, en uno de los laterales, la
gente anónima parece que deja, en una especie de tablón de anuncios, sus fotografías, peticiones y notas por los que pedir ayuda e intercesión a
María Santísima. Son muchas y variopintas. Con curiosidad y sorpresa me detengo unos instantes a ojearlas.
Devoción popular en estado puro. Collage, mezcla de súplica, dolor y esperanza. Me quedo con una que me llama, no se porqué, o sí, la atención. Impúdicamente, atravesada por una chincheta, sobresale un trozo de papel rasgado con mayúscula caligrafía de boli azul. Le hago esta atrevida foto para dejar constancia en el
blog: "
Deseo que mi familia, y yo como padre, podamos ver a mi hijo siempre que queramos y mi ex mujer lo permita". De forma espontánea surge esta oración:
Santa María de la Familia, Ruega por nosotros.
1 comentario:
Asi es, amigo Gaudencio, la fe del pueblo y la devocion a su madre del cielo. Buena entrada!
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