
"
Barro con luz" es un libro que acaba de llegar a mis manos obra del profesor de Teología, sacerdote filipino e ingeniero químico,
J. José Alviar. Se trata de una sencilla
antología de textos que muestra cómo distintos
escritores han reflejado a lo largo de la historia de la
literatura a los
sacerdotes católicos: seres de carne y hueso que tratan de desempeñar un cometido divino, experimentando su debilidad, pero que también administran la gracia. Así por sus páginas desfilan sacerdotes emblemáticos como el
obispo Myriel de
Los miserables, el
párroco de Ambricourt del
Diario de un cura rural o el
padre Chisholm de
Las llaves del Reino. Pero lo que más me ha llamado la atención en medio de esta
vorágine antisacerdotal que está azotando a la
Iglesia católica es la reflexión que hace el autor en el
prólogo: "
Los relatos sobre sacerdotes
que parecen grabarse más fácilmente en la memoria (al menos así ocurre en mi caso) no son los que pintan al sacerdote como un superhombre -que actúa sin dudar y sin errar, como si fuese un ser por encima del común de los mortales-; tampoco los que lo muestran como un ser vil, pervertido o despreciable, muy por debajo de la dignidad humana; sino más bien aquellos que dibujan una persona corriente que, casi a pesar de sí misma, procura servir a Dios y al prójimo". Recomendable.
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