miércoles, 11 de marzo de 2009

¿DONDE CORTAR?

Una vez más S. McCoy aprovecha su columna diaria "Valor añadido" en Cotizalia para hablar de otras cuestiones de actualidad con grandes dosis de sentido común. En "España se abona a la antología del disparate" se refiere a la aberración que supone la inminente aprobación por parte del gobierno de una ley de plazos. Primero nos deleita con unas interesantes consideraciones de tipo económico sobre la barbaridad de fomentar una normativa abortera como la que propone ahora el PSOE. Después expresa de forma gráfica su sorpresa por la alta consideración que merece a nuestra sociedad dos argumentos tramposos de la progresía sobre el momento en el que comienza la vida humana que ya se ha encargado de rebatir hace muchos años la ciencia y el sentido común: "Primera, no conozco a nadie que no haya pasado por la fase embrionaria que legitima un aborto. A nadie. El que esté libre de ese pecado, que me tire la primera piedra. La aceptaré con gusto. Segunda, no se sabe ni cuándo ni cómo el ser humano toma conciencia de sí mismo, lo que refrenda el absurdo de la personalidad civil derivada de vivir 24 horas separado del vientre materno. Tengo cuatro hijos y les puedo garantizar que el proceso de formación física y mental de mi prole es igual de acelerada dentro del vientre de su madre en las primeras semanas de gestación que ya fuera de ella como ser independiente. Sólo que llora de modo audible, reclama su comida y hay que cambiarle. Un cambio que se inicia en el momento cero y que proseguirá toda su vida. Hasta la muerte. ¿Dónde cortar?". Como dice un amigo experto en cuestiones de Bioética hay que tener siempre en cuenta el principio de prevención que nos dice que nunca pegaríamos una fuerte patada a una caja si nos cuentan que puede haber algo dentro. A lo que yo suelo añadir: mucho más si la ciencia y el sentido común nos han dado ya la certeza de que está llena de vida única e irrepetible.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola amigo.
El ser humano está en constante proceso de formación hasta que llega la muerte natural; con el aborto y la eutanasia lo que hacemos es cortar ese proceso convirtiendonos en simples criminales descerebrados, dioses sin moral ninguna.
Te he dejado un regalo en mi blog -diá 10- espero que lo recibas.
BENDICIONES y SANTA CUARESMA.
FOTELIAS

Anónimo dijo...

Nuevamente, me pregunto qué dice la Bioética sobre mantener una vida conectada con máquinas por años y años. ¿Puedes responder eso?

Saludos afectuosos, de corazón.