jueves, 18 de diciembre de 2008

SOBREVIVIR A UN HIJO ADOLESCENTE

Una de las cosas que más me ha gustado del curso de educación para padres que estamos haciendo este año es la idea de que, aunque pueda parecer paradójico, los niños necesitan límites para ser libres y realizarse en la vida. Y esas reglas del juego hay que explicárselas y ponerlas en práctica desde que son muy pequeños Prácticamente desde que tienen unos meses de vida. La gente no se lo cree y por eso luego llegan los sustos que tienen difícil o complicado remedio. Intentar re-educar a un adolescente en plena eclosión de la pubertad es tarea imposible si antes no se han puesto bien los cimientos sobre los que construir. Todo ello, por supuesto, con mucho sentido común, como tarea compartida por los dos progenitores, reforzado con el ejemplo personal, sin obsesiones, con mucha manga ancha y grandes dosis de confianza. Además estando siempre dispuestos a volver a empezar cada día. Les cuento todo esto después de leer una interesante entrevista con el psicólogo clínico Jordi Royo con el que coincido en algunos de los consejos que da a los padres de adolescentes: "Educar bien a un hijo consiste en dejarle que pase un poco de hambre y un poco de frío", decía Confucio. Quizá no les hemos dado buen ejemplo... Si no quieres que tu hijo sea consumista, ¡no lo seas tú!. Evitar hiperregalar a los niños. ¿Por qué no acompañarlos a entregar regalos sobrantes a niños necesitados?. Desde niños, acóteles el uso de pantallas: de lunes a viernes, nada de videojuegos. En la clase de mi hijo de 12 años, él y otro son los únicos sin móvil. ¡Los amigos le acusan de tener un padre irresponsable, pues no podrá avisarme si "le pasa algo"! Yo les digo que las desventajas de tener móvil - adicción, gasto...-superan las ventajas. ¡Retrásele a su hijo el móvil todo cuanto pueda! No le permita tener tele en su cuarto. Lo mejor es un solo televisor en la sala, y negociar su uso entre toda la familia. La paga retrásela al máximo, y que se acostumbre a razonar para qué quiere el dinero, y a argumentar si realmente necesita tal cosa. Y si a los 15 años acuerdan paga..., que sea semanal, y fijando para qué conceptos. La salida nocturna con sus amigos retrásela lo más posible, y pacte la hora de regreso, lo menos tarde posible, y si incumple, que no salga la próxima. Lo mejor es que un padre vaya cada vez a recoger al grupo. Apóyele en sus estudios. Repártanse labores domésticas (¡sin mediar paga alguna, por supuesto!). Hágale luchar por cada cosa que desee. Lo cierto es que será más fácil si desde niño le adiestró en el arte de respetar límites. Si no..., lo tiene usted difícil". Quizás, con un poco de suerte, igual consigue que su hijo no acabe convertido en un "adojoven" cuando llegue a los treinta años. El mío sólo tiene unos meses. Habrá que ir ya empezando.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Los casmos a los doce, como en algunas tribus y nos olvidamos de todas estas movidas

TXINOPOP

Anónimo dijo...

Hombre Gauden, ¡por una vez estoy de acuerdo!

Solo una cosa, yo creo que la paga, pronto, pero para ahorrarla. Si el hijo al cabo del tiempo se compra un juguete deseado con lo ahorrado es, al fin y al cabo, mucho mejor que que lo esté pidiendo a todas horas hasta que se lo compres.

Pienso que cuanto antes sepa un niño a entender y valorar las cosas, con más responsabilidad crecerá. Aquí en Alemania tienen el Weltspartag, un concepto muy interesante, en el que padres y niños van al banco con los cerditos y los rompen delante del paciente empleado de banca que cuenta hasta el último céntimo.