domingo, 21 de diciembre de 2008

NICK VUJICIC: UNA VIDA SIN LÍMITES

Nick Vujicic nació en Australia hace 26 años con un defecto congénito que le ha privado de tener brazos y piernas como la mayoría de los seres humanos. Su vida no ha sido nada fácil. Desde lo más básico a lo más accesorio. A los ocho años ya pensó en suicidarse porque no encontraba una esperanza que de verdad le sostuviera en la vida. Fue un momento de crisis vital hasta que se empezó a dar cuenta de que su testimonio de superación, sus pequeñas batallas cotidianas, podían ayudar, y ayudaban realmente, a mucha gente cercana. Su familia, desde luego, ha tenido un papel fundamental en esta bella pero difícil historia. Es el mayor de tres hermanos. Su padre es pastor protestante, su madre enfermera y han educado a sus hijos en la religión cristiana. A pesar de ello a Nick le ha costado mucho tiempo y sufrimientos entender cómo Dios que es bueno le ha podido crear a él de esta forma tan defectuosa. Todo un proceso personal hasta caer en la cuenta de que lo importante no es lo que uno sea sino que es amado por encima de todas las cosas y que siempre hay una Esperanza para vivir. Así lo cuenta en este fantástico video que constituye uno de sus primeros testimonios públicos. A los 21 años se graduó en la Universidad en Economía y en la actualidad, además de invertir sus ahorros en varios empresas rentables que él mismo ha creado, se dedica a recorrer el mundo como director de la organización Life Without Limbs que intenta dar motivación e inspiración a las personas que no tienen extremidades. Habla de temas como el miedo, el rechazo, la depresión, el sufrimiento e incluso las oraciones sin respuesta. Se ha convertido en uno de los más jóvenes y grandes oradores motivacionales del planeta y quiere escribir un libro titulado "¡Sin brazos, sin piernas, sin preocupaciones!". Sus charlas tienen una fuerte convicción cristiana, mucho sentido común y están cargadas de naturalidad y un excelente sentido del humor que reconforta a cualquiera. El testimonio de Nick ayuda a comprender qué es lo importante en la vida y qué lo accesorio. Pónganse en su lugar y reflexionen unos minutos. Desde luego Nick Vujicic sólo puede ser calificado como un auténtico regalo de Navidad para todos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Como no dicen en mi pueblo Gratidao pelo dom. De paso, tan auténtico para la bitácora como si Suchard regalara turrones de chocolate por Navidad.

Anónimo dijo...

El testimonio de Nick, visto varias veces, meditado otras tantas, ha sido para mí, no sólo un regalo, sino una buena felicitación Navideña.
Nick no tiene brazos ni piernas, nos impresiona porque es algo que podemos ver, que podemos constatar, que es un poco contra-natura, porque se ve por fuera. Pero Nick tiene un alma en armonía, un corazón grande, unos ojos limpios, una fe que sabe creer en lo que no se ve, pero sin embargo se percibe: el Amor de Dios por el hombre.
Yo tengo brazos y piernas, pero quizá mi espíritu no esté en armonía, mi corazón no sepa de amar sin medida y por eso es mezquino, y mi fe tenga muchas debilidades. Pero como no se se ve lo que no tengo, a nadie le impresionan mis carencias espirituales. Y a los dos, el Dios del Amor nos ama, somos sus criaturas.
Dos frases de Nick que me han llamado la atención:
"Dios no busca nuestras capacidades, busca nuestra disponibilidad".
¡Que fuerte! Es así porque El ya sabe antes que nosotros mismos los talentos que nos ha dado para hacerlos fructificar. Poner la capacidad por delante es justificar nuestra falta de disponibilidad, porque nos da miedo poner la máquina de nuestro corazón a pleno rendimiento. ¡Gracias Nick, por hacerme caer en la cuenta de esto.
Segunda frase: "Las circunstancias no tienen que cambiar para que seamos victoriosos, es nuestro corazón que tiene que ser lleno del Espíritu Santo".
Es cierto. No acabamos de dejarnos alcanzar por la acción de Dios en nuestra vida. Preferimos manejar nuestro propio cotarro. ¡Y así nos va!.
ES NAVIDAD:
Niño de Belén, Niño Dios, llena mi corazón de tu Amor, mira por dentro los brazos que no tengo y los pies que me faltan y al abrazarme tu amor, y al guiar Tú mis pasos, pueda manifestar con mi modo de vivir, que me ha alcanzado la Redención y la Salvación que nos trae tu Nacimiento. Si es así será también ¡Feliz Navidad!

Anónimo dijo...

Gaudi, jé josas nos cuentas, chico!