Releo estos días algunas de las cosas que ha dicho Benedicto XVI a los jóvenes en Sidney. Dan para mucho más que un simple post. El lema de la jornada mundial de la juventud era en esta ocasión "recibiréis la fuerza del Espíritu Santo". Por ello el papa ha hablado de la tercera persona de la Santísima Trinidad que sigue siendo la gran desconocida para la mayoría de los católicos y no creyentes. Entresaco algunas de las frases que más impacto me han producido al leerlas: "De nuevo, queridos amigos, podemos echar una mirada a lo que el Espíritu Santo ofrece al mundo: amor que despeja la incertidumbre; amor que supera el miedo de la traición; amor que lleva en sí mismo la eternidad; el amor verdadero que nos introduce en una unidad que permanece". "Inspirados por las intuiciones de san Agustín, haced que el amor unificador sea vuestra medida, el amor duradero vuestro desafío y el amor que se entrega vuestra misión". "Estos dones del Espíritu no son ni un premio ni un reconocimiento. Son simplemente dados. Y exigen por parte de quien los recibe sólo una respuesta: «Acepto». Percibimos aquí algo del misterio profundo de lo que es ser cristiano. Lo que constituye nuestra fe no es principalmente lo que nosotros hacemos, sino lo que recibimos. "Vosotros estáis llamados a vivir los dones del Espíritu entre los altibajos de la vida cotidiana. Estar verdaderamente vivos es ser transformados desde el interior, estar abiertos a la fuerza del amor de Dios. Si acogéis la fuerza del Espíritu Santo, también vosotros podréis transformar vuestras familias, las comunidades y las naciones". Qué tal si nos lo empezamos a creer un poco. Les recomiendo que echen un vistazo a los discursos que el joven anciano alemán ha pronunciado en tierras australianas. Están aquí. No tienen desperdicio.
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