Esta mañana he estado con el claustro y equipo rectoral de la Universidad para asesorarles en materia de comunicación. Ha sido una exposición de treinta minutos y otra media hora de ruegos y preguntas. Interesante experiencia. La comunicación forma parte de la propia vocación universitaria. Es curiosa la percepción tan respetuosa y temerosa que tienen los profesores universitarios de los periodistas. Lo que hace la ignorancia. Me asombra que gente tan formada y habituada a profundizar en las cuestiones del conocimiento y el saber se amedrente ante la superficialidad de los plumillas. El cuarto poder sigue manteniendo un prestigio que cada día corresponde menos a la realidad, aunque sea cierto eso de que si no estás en los medios no existes. Si supieran realmente como está el percal, otro gallo cantaría. La situación actual del periodismo local, con una importante falta de formación de los profesionales y un exceso de trabajo que les desborda, se convierte más en una oportunidad que en un inconveniente a la hora de comunicar eficientemente. Esta era la idea principal que he intentado transmitirles. Eso y que hagan el esfuerzo de contar las cosas en un lenguaje atractivo y comprensible para todos los ciudadanos. Que sean creativos, retóricos y agradables estéticamente como correponde a nuestra cultura audiovisual. Que no renuncien a rebajar un poco el rigor científico para hacer más comprensible el mensaje. Han tomado muchas notas y han hecho muchas preguntas. Ójala les ayude a tener una comunicación más eficaz.Cuando el hombre pierde el miedo a equivocarse es LIBRE. Eso es la REDENCIÓN. El PERDÓN. Cuando el hombre es consciente de que hay perdón rompe el último baluarte de los enemigos de la LIBERTAD, que es meter miedo. Se pierde el miedo incluso a la propia equivocación, se es más libre y entonces saca lo mejor de si mismo.
lunes, 28 de abril de 2008
LA IMPORTANCIA DE COMUNICAR BIEN
Esta mañana he estado con el claustro y equipo rectoral de la Universidad para asesorarles en materia de comunicación. Ha sido una exposición de treinta minutos y otra media hora de ruegos y preguntas. Interesante experiencia. La comunicación forma parte de la propia vocación universitaria. Es curiosa la percepción tan respetuosa y temerosa que tienen los profesores universitarios de los periodistas. Lo que hace la ignorancia. Me asombra que gente tan formada y habituada a profundizar en las cuestiones del conocimiento y el saber se amedrente ante la superficialidad de los plumillas. El cuarto poder sigue manteniendo un prestigio que cada día corresponde menos a la realidad, aunque sea cierto eso de que si no estás en los medios no existes. Si supieran realmente como está el percal, otro gallo cantaría. La situación actual del periodismo local, con una importante falta de formación de los profesionales y un exceso de trabajo que les desborda, se convierte más en una oportunidad que en un inconveniente a la hora de comunicar eficientemente. Esta era la idea principal que he intentado transmitirles. Eso y que hagan el esfuerzo de contar las cosas en un lenguaje atractivo y comprensible para todos los ciudadanos. Que sean creativos, retóricos y agradables estéticamente como correponde a nuestra cultura audiovisual. Que no renuncien a rebajar un poco el rigor científico para hacer más comprensible el mensaje. Han tomado muchas notas y han hecho muchas preguntas. Ójala les ayude a tener una comunicación más eficaz.
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