Necesitamos urgentemente un trasvase de sesudos nacionalistas desde el País Vasco, Cataluña o Galicia para llevarlos hasta algunas regiones de Irán, Israel o Siria. Resulta que el Arameo, la lengua en la que habló Nuestro Señor Jesucristo, está a punto de extinguirse. En la actualidad hay 18.000 personas que la hablan y que están luchando por preservar esta lengua milenaria del olvido. Curiosamente, una lengua que ha sobrevivido tres mil años gracias al aislamiento de sus pueblos, corre ahora peligro por la temida globalización: "Ante el uso continuo de internet y de la televisión, los jóvenes empiezan a olvidar algunas palabras de arameo", explica Mary Riad, guía en el monasterio de San Sergio y San Baco en Maalula. Por ello tenemos que llevar Galeuskas, Ikastolas e Instituts en su socorro para fomentar su uso en esas latitudes y con el mismo o igual empeño que si de la lengua de Sabino, Plá o Carballeira se tratara. No se nos puede acabar el arameo. Yo, contribuiré mínimamente, enseñándoles, al menos, a decir ¡hola!: "Ibla Jatita".Cuando el hombre pierde el miedo a equivocarse es LIBRE. Eso es la REDENCIÓN. El PERDÓN. Cuando el hombre es consciente de que hay perdón rompe el último baluarte de los enemigos de la LIBERTAD, que es meter miedo. Se pierde el miedo incluso a la propia equivocación, se es más libre y entonces saca lo mejor de si mismo.
jueves, 3 de abril de 2008
IBLA JATITA NACIONALISTAS
Necesitamos urgentemente un trasvase de sesudos nacionalistas desde el País Vasco, Cataluña o Galicia para llevarlos hasta algunas regiones de Irán, Israel o Siria. Resulta que el Arameo, la lengua en la que habló Nuestro Señor Jesucristo, está a punto de extinguirse. En la actualidad hay 18.000 personas que la hablan y que están luchando por preservar esta lengua milenaria del olvido. Curiosamente, una lengua que ha sobrevivido tres mil años gracias al aislamiento de sus pueblos, corre ahora peligro por la temida globalización: "Ante el uso continuo de internet y de la televisión, los jóvenes empiezan a olvidar algunas palabras de arameo", explica Mary Riad, guía en el monasterio de San Sergio y San Baco en Maalula. Por ello tenemos que llevar Galeuskas, Ikastolas e Instituts en su socorro para fomentar su uso en esas latitudes y con el mismo o igual empeño que si de la lengua de Sabino, Plá o Carballeira se tratara. No se nos puede acabar el arameo. Yo, contribuiré mínimamente, enseñándoles, al menos, a decir ¡hola!: "Ibla Jatita".
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