lunes, 24 de septiembre de 2007

REGALAR LIBROS

Siempre me ha llamado la atención esa gente que regala libros a los demás en función de los rankings de ventas. Esos que llegan a las librerías y directamente se van a "los más vendidos" o a la sección de "novedades" para resolver un cumpleaños, un evento familiar o una visita al hospital. A mí me gusta regalar libros que sé que van a gustar a la persona a la que quiero obsequiar porque conozco sus gustos y preferencias y, sobre todo, el libro que le regalo. Nunca entenderé, más allá del bajo nivel cultural de nuestro país, fenómenos como el Código Da Vinci, la Catedral del mar o El Alquimista por millones de ejemplares que hayan vendido en el mundo. Pienso que no hay tiempo suficiente para leer una mínima lista de clásicos imprescindibles de la literatura como para dejarse engañar tontamente por el marketing editorial. Por eso me ha dado mucha alegría descubrir que comparto criterio con el poeta que nos enseñó lo que era el amor mucho antes de que nos hubiésemos enamorado. Pedro Salinas asegura en su Defensa de la lectura: "Lo que conviene es conformarse: conformidad con el tiempo que nos es dado por providencia de Dios, conformidad con esa realidad que se nos impone de no leer en ese trecho temporal más libros que los que en él quepa leer, honda, fecunda y delicadamente. ¿Que no pueden ser muchos? Pues que sean buenos".

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo, Gauden. Si bien cada cual difiere en las lista de los imprescindibles. Uno que yo lo creo es La Paloma de P. Süskind.

?Cuál nos recomiendas tú, Gaudencio?

Anónimo dijo...

Pues yo de P. Süskind prefiero El Perfume, Jfbus. Cuestión de gustos. Yo recomiendo El Hombre Eterno de Chesterton.
Saludos!!!!!
Felix Sanz