Merece la pena dedicar unos minutos a leer el discurso que el Papa Benedicto XVI ha dirigido a casi trescientos artistas, representantes del mundo artístico de renombre internacional y de diferentes creencias o confesiones religiosas, hace unos días en la Capilla Sixtina. En resumen les ha pedido que transmitan con su arte la Belleza y la Esperanza de la Verdad. Entre los presentes se encontraban el tenor Plácido Domingo, el arquitecto Santiago Calatrava, el escultor Venancio Blanco, el actor mexicano Eduardo Verástegui, el videoartista norteamericano Bill Viola, la escritora italiana Susanna Tamaro, el cantante Andrea Bocelli, el compositor Ennio Morricone. La Capilla Sixtina también acogió a la arquitecta de origen iraquí Zaha Hadid, al arquitecto Daniel Libeskind, al compositor Arvo Part, a los artistas Anish Kapoor y Jannis Kounellis, y al actor italiano Terence Hill, el director de cine israelí Samuel Moaz, Bono de U2 o la actriz Irene Papas. Las consecuencias de esta iniciativa serán sin duda muy interesantes y provechosas.
Cuando el hombre pierde el miedo a equivocarse es LIBRE. Eso es la REDENCIÓN. El PERDÓN. Cuando el hombre es consciente de que hay perdón rompe el último baluarte de los enemigos de la LIBERTAD, que es meter miedo. Se pierde el miedo incluso a la propia equivocación, se es más libre y entonces saca lo mejor de si mismo.
lunes, 23 de noviembre de 2009
BENEDICTO XVI Y LOS ARTISTAS
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1 comentario:
gracias, me encanta tu blog.
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