domingo, 5 de julio de 2009

KAKÁ. EL FUTBOLISTA DE DIOS

Bajo este sugerente título el suplemento dominical "XL Semanal" ofrece este domingo un reportaje sobre uno de los últimos fichajes del renacido y galáctico Real Madrid de Florentino Pérez. No es una entrevista exclusiva sino un refrito o perfil de todo lo que se ha escrito sobre él hasta el momento en la prensa internacional. Muchas de las cosas que revela ya las conocíamos pero no está de más recordarlas. Lejos de los excesos nocturnos y juerguistas de Cristiano Ronaldo, de la frivolidad habitual del "star sistem" de futbolistas blancos o de los escarceos amorosos y de la prensa rosa que protagonizan habitualmente estos jugadores al margen del terreno de juego, Ricardo Izecson dos Santos Leite, más conocido como KAKÁ, sorprende por un perfil completemante distinto. Nacido hace 27 años en Brasilia no es un egocéntrico, no proviene de la miseria brasileña y no le gusta la juerga nocturna ni los excesos. Profesa sin complejos la religión evangélica, reitera que llegó virgen al matrimonio de mutuo acuerdo con la que hoy es su mujer y explica que en un futuro su sueño es ser pastor evangélico: "Estoy agradecido por todo lo que tengo. Si algún día puedo transmitir toda mi experiencia con Dios a otros, cuidar de mi rebaño, será un placer". Su imagen más conocida para el imaginario colectivo es la de este brasileño arrodillado en el Olímpico de Atenas agradeciendo la conquista de la Champions League y ataviado con una camiseta en la que se leía: «I belong to Jesus» (Pertenezco a Jesús). Con 18 años estuvo a punto de dejar el fútbol definitivamente tras golpearse la cabeza con el fondo de una piscina y fracturarse una vértebra, una lesión que pudo haberlo dejado parapléjico: "Me rompí la sexta vértebra, pero vi la mano de Dios. Mi serenidad no depende de un premio o de un título. La Biblia dice que la vida da más de lo que pedimos, y a mí me ha ocurrido. No existe un gran jugador sino un gran equipo. Si yo lo hago bien, se lo debo a mis compañeros, que me permiten rendir al máximo. Me siento realizado profesionalmente, pero nunca me quedo satisfecho. Quiero ganar otra vez todo lo que ya he ganado hasta hoy". Su sueldo estimado de 750.000 euros al mes lo convirtió durante unos días en el futbolista mejor pagado del mundo hasta que Florentino Pérez fichó a Cristiano Ronaldo. Una cifra que llama la atención todavía más al saber que Kaká da el diez por ciento de su sueldo al culto evangélico "Renacer en Cristo" que cuenta con millones de seguidores en todo el mundo y, la verdad, no sale muy bien parado en este reportaje periodístico. A pesar de todo, el futbolista encabezó la XVI Marcha por Jesús, una manifestación que el año pasado congregó a cinco millones de evangélicos en las calles de São Paulo y también pertenece a los atletas de Cristo fundados por el piloto de Formula 1, Alex Dias Ribeiro. Habla con auténtica devoción de su mujer, de su hijo y de su historia de auténtico amor: "Cuando ella estaba en Brasil, teníamos un pacto: éramos libres de salir con los amigos, pero a media noche volvíamos a casa y hablábamos por teléfono. Hemos hecho muchos sacrificios. Elegimos juntos llegar castos al matrimonio, la Biblia enseña que el verdadero amor se encuentra en la noche de bodas, con el cambio de sangre, esa que la mujer pierde con la virginidad. Para nosotros, la primera vez fue bellísima". Con todo este perfil el jugador que lucirá el mítico número 8 del Real Madrid es consciente de que mucha gente alucina con su forma de vivir: "En Italia nunca he ido a discotecas, sólo a las fiestas del Milan, y siempre con Caroline. Salgo poco, sólo para cenar con ella o los amigos y siempre me acuesto temprano. Los compañeros me respetan, también porque yo respeto a todos, aunque a veces me miran como un bicho raro. También porque mis aficiones son poco frecuentes entre futbolistas como la lectura, el cine, el arte y el teatro". Esperemos que la estancia de Kaká en el fútbol español sirva para que muchos jóvenes de nuestro país se sientan atraídos por este otro modelo de vida tan distinto al mayoritario en la poco edificante galaxia futbolística.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sólo espero que la fe de Kaká no se desinfle por cuestiones terrenas...como la estafa que el líder de la congregación que frecuentaba realizó hace un tiempo atrás (incluyendo dineros recaudados en subastas de objetos del futbolista).

Hay lobos en medio del rebaño, ojo. Y entre tanta luminaria madridista (las que llegan y las que quedan), espero que Kaká sea un punto de unión para un equipo que quiere ganarlo todo...pero, inspirados en el brasileño, con alegría y respeto por el prójimo.

Saludos afectuosos, de corazón.