Hace unos días hablabamos en este blog, al recordar el impresionante gesto de Juan Pablo II de visitar en la cárcel y perdonar a su asesino Ali Agcá, de la dificultad real de encarnar con nuestra vida el perdón cristiano en toda su radicalidad. Que sea difícil, desde luego, no quiere decir imposible. Prueba de ello es este espectacular testimonio de los padres adoptivos de un joven de 19 años asesinado a cuchilladas por unos delincuentes durante la pasada feria de abril de Sevilla. Se llaman Reyes y Jorge, son un matrimonio del camino neocatecumenal, y han decidido dar testimonio público de una Fe y de un modo de vivir que, lejos de fundamentalismos y retrogradeces caricaturescas, les lleva a perdonar de forma total y absoluta a los asesinos de su hijo, Juan Fernando. Dicen que no está muerto. Que, como afirma Jesucristo en el Evangelio a la hija de Jairo, está dormido. Que está gozando ya de la vida eterna muy cerca de Dios y puede interceder por nosotros. Y eso a pesar de que se nota, y reconocen, que les cuesta a veces verlo y sentirlo así. Han decidido acudir a algunos platós de televisión de España para transmitir un mensaje a esta sociedad "que ha quitado Dios de su vida" y afirmar, con una serenidad que conmueve, que "Dios no condenará a los que mataron a nuestro hijo porque su juicio es de misericordia y perdón". Unos padres ejemplares que, incluso, se atreven a confortar a los padres de los asesinos de su hijo: "puede ser el principio de la salvación que necesita tu hijo. La persona no cambia ni por la estructura ni por la política sino cuando es tocado en el corazón. El perdón y el sentirse amado cambia y regenera el corazón del hombre". Alguno pensará que están chalados o trastornados por la desgracia. A mi, por el contrario, me parecen convincentes, heroicos, auténticos y esperanzados. Después de ver esta conmovedora entrevista con Jesús Quintero en sus "Ratones coloraos" tengo la certeza del tamaño infinito que tiene que tener la sonrisa satisfecha y colmada de su hijo al contemplar el ejemplo de unos padres así desde el cielo. Que Dios les bendiga y les reconforte de por vida. (Para ver la segunda parte de la entrevista pinche aquí)
Cuando el hombre pierde el miedo a equivocarse es LIBRE. Eso es la REDENCIÓN. El PERDÓN. Cuando el hombre es consciente de que hay perdón rompe el último baluarte de los enemigos de la LIBERTAD, que es meter miedo. Se pierde el miedo incluso a la propia equivocación, se es más libre y entonces saca lo mejor de si mismo.
miércoles, 20 de mayo de 2009
LA RADICALIDAD DEL PERDÓN CRISTIANO
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1 comentario:
Amigo Gaudencio: después de aquellos sencillos pensamientos que compartí contigo y tus seguidores blogeros, vi la última película sobre Juan Pablo II, "TESTIMONIO", en la que el narrador, el mismo Cardenal Dziwisz, nos cuenta que, Juan Pablo escribió una carta a Ali Agca que nunca envió y que decía: ¿Cómo vamos a poder presentarnos ante Dios si aquí en la tierra no nos podemos perdonarnos el uno al otro?
Juan Pablo tenía que perdonar a Ali Agca que le quiso matar, Y Ali Agca, además de pedir perdón por él y sus "mandatarios" al Santo Padre, debería perdonar a Juan Pablo II no haberse muerto.
El ADN de Dios es su infinita Misericordia, la que compartimos con El como hijos, hemos de emplearla en ser misericordiosos con los que nos ofenden.
No cabe duda, Reyes y Jorge son de los verdaderos amigos de Jesús que saben imitarle en la manera de otorgar el perdón. Sin rencillas, de corazón, con humildad, con amor.
JUAN FERNANDO, ahora desde el cielo que nos conceda de parte de Dios la capacidad de perdonar con amor, con serenidad, con misericordia, mientras nosotros pedimos al Padre de la Infinita Misericordia que le conceda a este hermano nuestro, gozar de su presencia en compañía de los Santos y de su Santa Madre.
¡gracias! por vuestro sereno y edificante testimonio.Que Dios os bendiga.
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