domingo, 16 de noviembre de 2008

MADRE DEL AMOR HERMOSO

Llevo toda la semana en Pamplona. Durante estos días he podido escuchar muchos e interesantes testimonios de personas que vivieron en carne mortal, a pie de obra, el brutal atentado de ETA contra la Universidad de Navarra del pasado 30 de octubre (... y que, digan lo que digan en la red, tan profesionalmente describieron y contaron en los medios los alumnos de periodismo de la facultad). Por la hora, la ubicación, la potencia, el procedimiento, las costumbres, el entorno... debería haber sido una auténtica carnicería o matanza. La increíble realidad es que no ha habido ni un sólo herido grave o de verdadera consideración. Alucinante e impensable si paseas unos minutos por el perímetro acordonado de un chamuscado Edificio Central. Creo que nunca seremos capaces de imaginar realmente lo que podía haber pasado con toda su brutalidad. Cuando se dan tantas microcasualidades juntas, como las que se pueden leer en este magnífico reportaje del Diario de Navarra, y no le pasa nada a nadie, no es de recibo atribuirlo al simple destino o al azar. Tiene que haber algo más. ¡Hay algo más! Nuestro incrédulo mundo está dejando que se pudran por desuso algunas palabras del diccionario. Los alumnos lo tienen más claro y así lo he encontrado por escrito en la impresionante oración colgada en la verja de la virgen del Campus: "(...) Nos acercamos a tu ermita para agradecer que nos cubras con tu manto, acerca también a las almas que fueron capaces de atentar contra vidas inocentes. Que puedan palpar el inmenso Amor de Padre que les tiene Dios a cada uno. Conviérteles, Madre. Que nuestro sincero perdón hacia estas personas, ¡almas!, sea una plegaria incesante al Cielo por su conversión, porque encuentren una auténtica felicidad. Madre del Amor Hermoso, Madre de todos nosotros, gracias por tu amparo y protección". Una elegante advocación mariana a la que muchos debemos tanto. Siempre es buen momento para reiterarle, las veces que haga falta, nuestra gratitud de por vida. ¡Sancta María Mater Pulchrae Dilectionis, Ora pro nobis!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Un poco tocado (con tono Lozas). Ya de nuevo online. Abrazos.