domingo, 31 de agosto de 2008

AMISTAD

Siempre he pensado que, junto a mi mujer y mi familia, los amigos son el mayor Don que Dios me ha dado en esta vida. Los ha puesto en mi camino sin ningún tipo de mérito y con toda la torpeza e impedimento por mi parte para que nunca hubiera sido así. Generosos, siempre dispuestos, atentos, profundos, valientes, pacientes, audaces, comprensivos, divertidos, geniales, simpáticos, creativos, sacrificados, prudentes, únicos y auténticos. Ellos me ayudan a comprender el mundo a través de sus distintas y variadas miradas a la realidad y a su afán por las causas más nobles. Me completan y me permiten crecer, a pesar de mis grandes miserias e imperfecciones. Pensamientos que me han venido a la cabeza, en estos últimos compases del mes de agosto, tras leer unas bellas palabras de C.S. Lewis: “La amistad no es una recompensa por nuestra capacidad de elegir y por nuestro buen gusto de encontrarnos unos a otros, es el instrumento mediante el cual Dios revela a cada uno las bellezas de todos los demás, que no son mayores que las bellezas de miles de otros hombres; por medio de la amistad Dios nos abre los ojos ante ellas. Como todas las bellezas, éstas proceden de él, y luego en una buena amistad, las acrecienta por medio de la amistad misma, de modo que éste es su instrumento tanto para crear una amistad como para hacer que se manifieste.”. Por tantas veces que no he sabido estar a su altura.

No hay comentarios: