jueves, 27 de marzo de 2008

PERSONALIDAD POÉTICA

Magnífica columna, otra más, de Juan Manuel de Prada este domingo en el XLSemanal titulada "El poeta Jesús". En ella descubre a los lectores un precioso texto de Oscar Wilde titulado De Profundis, bella carta que escribe desde la cárcel de Reading, en la que el escritor irlandés describe con profunda belleza literaria que la vida de Jesús constituye la más admirable de las poesías: «No hay ninguna dificultad para creer que era tal el encanto de su personalidad que su simple presencia podía traer paz a las almas angustiadas, y que aquellos que le tocaban la túnica o las manos olvidaban su dolor; o que quienes habían sido sordos a todas las voces, salvo a la del placer, oían por primera vez la voz del amor y la encontraban tan musical como el laúd de Apolo; o que las maléficas pasiones huían ante su proximidad, y que hombres como muertos en sus tediosas vidas sin imaginación resucitaban de sus tumbas cuando Él los llamaba; o que, cuando les enseñaba desde la altura de una montaña, las multitudes se olvidaban de su hambre, de su sed y de las preocupaciones de este mundo, y que cuando sus amigos lo escuchaban mientras comían, la ruda carne les parecía delicada, y el agua tenía el gusto del vino, y toda la casa se llenaba del perfume y la dulzura del nardo».

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No sabía que Oscar Wilde escribiera cosas tan profundamente cristianas. Qué gusto!

Anónimo dijo...

¡qué triste que sólo sea "profundamente poético" y no "profundamente cristiano" eso de "...y el agua tenía el gusto del vino..."

amigo wilder: ¡es que no tenía el gusto, es que ERA vino!

so pretexto de poesía buena, admitimos todo como buena teología