Hoy hace justo un año. Al llegar nuestro turno, milagrosamente, quedaban sólo dos butacas libres para la función de esa noche. Algo inimaginable después de la larga cola que nos habíamos encontrado al llegar inocentemente a la taquilla de la majestuosa Ópera de Roma. "Grazie, signora". Desde luego no todos los días tiene uno la suerte de poder conseguir dos entradas para poder asistir a la representación en directo de Tosca de Puccini en uno de los más bellos espacios operísticos del mundo y acompañado de la mujer a la que más quiere en el mundo. Nos vestimos elegantemente para la ocasión sin escatimar recursos ni atuendos. Allí se había dado cita toda la "jet" romana y algún que otro turista adinerado. Era el mes de enero en la capital de Italia. Compartíamos palco con una rica y viuda heredera japonesa que tomaba notas en el programa de mano y dos alemanas octogenarias embutidas en ostentosos abrigos de visón. El espectáculo estaba dentro, y también fuera, del escenario. Bajo la dirección del maestro Gianluigi Gelmetti, gracias a una impresionante escenografía de Franco Zefirelli y una orquesta sublime, nos elevamos durante tres horas tras las andanzas de Floria Tosca y el pintor Cavaradossi con especial emoción y éxtasis en momentos como "recóndita armonía", "vissi d'arte,vissi d'amore" y "e lucevan le stelle". Desde entonces todas ellas forman parte de una Banda Sonora muy especial. Estrenábamos nuestro flamante Matrimonio en la inigualable y mágica ciudad eterna con una particular fusión estética, artística, espiritual y musical. Sentíamos la felicidad chispeando en todas y cada una de las terminaciones de nuestro ser... poco más se podía pedir a Dios. Sin duda uno de los mejores momentos, y mira que han sido muchos, que nos ha regalado en la vida. Ya lo dijo Lacordaire: "El amor en Francia es una comedia; en Inglaterra, una tragedia; en Alemania, un melodrama y en Italia una Ópera". Ti amo.
4 comentarios:
chico, que cursilaaaaaada!!!!
A partir del 12 de Enero de 2008, habrá muchos "hoy hace un año"... Bien, que os sirvan para dar mucha gloria, alabanza y acción de gracias a Dios. Conoceis aquel pensamiento de Benedicto XVII, "cada uno somos fruto de un pensamiento de Dios". Ayer, él mismo añadía "la familia es un proyecto de Dios que ha confiado a la humanidad". ¡Ojalá! que veáis y disfrutéis realizado este proyecto.
Lo habéis iniciado con mucha altura, Roma, la ciudad eterna, donde la cúpula de San Pedro representa a Cristo, cabeza de la Iglesia. Y en un ambiente artístico sin igual. Os deseo que en vuestras vidas haya armonía, arte, voces angélicas... muchas cosas bellas hasta que, convertidos en octagenarios, seáis vosotros quienes llaméis la atención de otros jóvenes que un buen día os vuelvan a encontrar en la majestuosa Opera de Roma, mientras se juran amor eterno. Pero todo "pasito a pasito".
Pues a mí me parece romántico... No sólo va a incluir reflexiones éticas... las vitales son las más importantes
A mí me ha encantado. No sólo eso. Me ha ayudado mucho. Gracias, Gaudencio!
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