LA NUEVA TELEBASURA

El otro día escuché a un directivo de Telecinco, ya saben la televisión que desde las mamachichos ha apostado en España por la calidad en los contenidos de la caja tonta, decir que la desaparición del programa del "tomate" estaba justificada por un cambio de tendencia en las audiencias. Vamos, que lo del corazón y la prensa rosa ya estaba saturando el mercado y que había que apostar por nuevos formatos de tipo periodístico y de denuncia social. Y así es como desde hace unas semanas nos hemos encontrado en la pantalla amiga, los sábados por la noche, con el nuevo exponente de la bienllamada telebasura: "La Noria" de Jordi González. Los mismos lobos disfrazados de corderos catódicos. Es una especie de cajón desastre donde mezclan, perfectamente aliñados y confundidos por el peculiar presentador catalán, personajes pseudofamosos que opinan de todo con tertuliejas sobre temas de actualidad, entrevistas en profundidad a viejas celebridades que pontifican con los mismos tópicos de hace veinte años, encuestas monocordes y opiniones a pie de calle sesgadas en plena acera, debates con los reyes del relativismo de este país y mucho aplauso del público para ridiculizar a todo aquel que quiera argumentar con un mínimo de coherencia. Lo peor de todo es que la gente se lo puede llegar a tomar en serio y tomarlo como un referente de opinión en su personal búsqueda de la Verdad. Lo mismo les da hablar de la financiación de la iglesia que del canon digital, la eutanasia, el aborto o los 400 euros de ZP. Lo del tomate no ocultaba nada. Era mierda en descomposición con una cámara delante. Lo peor de la Noria es que se trata de lo mismo pero encima con apariencia de periodismo-verdad.