lunes, 10 de diciembre de 2007

GESTIÓN DEL TALENTO

Participo este lunes en unas jornadas sobre gestión del talento. Asisten empresarios, sindicalistas, políticos y representantes de los medios de comunicación. Motivación del personal, creatividad, empatía, resistencia al cambio, liderazgo, innovación, diferenciación, imagen de marca, objetivos a largo plazo, responsabilidad social... irrumpen conceptualmente y en manada en el salón de convenciones del hotel de cinco estrellas al que hemos sido convocados. Mucho Power Point y multicolores tecnicismos en inglés para decir cosas que a uno le parecen muy de "sentido común". Me siento reflejado en muchas de las cuestiones que se plantean como ideales en la empresa y me pregunto porqué. Me doy cuenta que es algo que he aprendido en casa: honestidad, laboriosidad, compromiso, lealtad, motivación, humildad... Lo que antes eran virtudes y ahora gustan denominar como valores. El problema es que eso ahora no se enseña-aprende en casa. Por eso tienen tanto trabajo las consultoras y empresas de recursos humanos. Hay que gestionar el talento. Estoy de acuerdo. Pero no sólo en la empresa.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Soy un convencido que la avidez por conseguir conocimiento, por medio del autoaprendizaje, es lo único que hace que el ser humano desarrolle todas su capacidades, en cualquier actividad en que se encuentre. No hay duda que la forma probada y ancestral de conseguir conocimientos es por medio de la lectura y el análisis racional de la misma. Hay algunos estudios sobre la lectura que es necesario tener presente: el solo hecho de leer una hora por día le puede convertir en un experto en su campo al cabo de tres años; leer una hora diaria, le convertirá en experto en cinco años.

Anónimo dijo...

Estoy totalmente de acuerdo contigo, quizá porque los dos hemos tenido la suerte de recibir este tipo de formación en nuestra familia y entorno. Pero para los que nos dedicamos al mundo de la formación o de la educación, resulta interesante poder aportar, también profesionalmente, un poco de ese sentido común que a veces hace falta...
BSL