jueves, 27 de diciembre de 2007

CABEZONES

Les confesaré que hoy estoy un poco nostálgico y melancólico. Este año, con todo el follón de la mudanza y el traslado que ha habido en casa de mis padres, nos hemos quedado sin poner el mítico belén familiar. La caja que contiene las figuritas debe estar sepultada bajo una montaña de armarios, libros, lámparas y tantos enseres domésticos que nadie se ha atrevido a apostar por su hallazgo y recuperación para la causa navideña. Y no crean que se trata de un nacimiento fácilmente sustituible por cualquier otro del todo a un euro. Ni mucho menos. Es un belén antiguo, tipical spanish años 60, conformado por los entrañables "cabezones" al que todos en casa le tenemos un especial cariño. Sus figuras, ya casi sin pintura y con serias dificultades para mantenerse en pie, han asumido en la tradición familiar el espíritu y la fantasía de todos los vástagos conforme íbamos creciendo. Cada una de ellas tenía un parecido especial con algun hermano o hermana y esto alimentaba y facilitaba la imaginación y proximidad con la historia y vivencia personal de la Natividad. Por ello en torno a los cabezones se ha forjado una idiosincrasia muy especial con múltiples anécdotas y recuerdos entrañables: los reyes eran forzados a avanzar exageradamente para ver si llegaba antes el día de los regalos, se llegó a pedir rescate en el pozo tras el secuestro de una figura, había hasta coqueteo entre las pastoras y los pastores que custodiaban el rebaño y todos sentíamos auténtico pánico al ver a Herodes pensando en cómo cargarse al niño Dios tan pronto como pudiera. Yo, por mi parte, espero volver a verlos el año que viene cuando haya reposado definitivamente la mudanza. De momento me sirve de consuelo saber que no soy el único que echa de menos a los emblemáticos cabezones. En la red hay gente que los busca hasta en las subastas de internet como ebay. Me pondré cabezón hasta que encuentre alguien que me diga cómo conseguir uno para que también lo puedan disfrutar mis hijos el día de mañana.

1 comentario:

Anónimo dijo...

En mi casa también poníamos el Belén de los cabezoncitos. Qué recuerdos.
Feliz Navidad y Feliz año nuevo.