viernes, 16 de noviembre de 2007

MATRIMONIADAS

Los titulares de la prensa de hoy sobre el estado de salud del matrimonio en España son para echarse las manos a la cabeza: ABC: "Los divorcios casi se duplican desde la reforma del código Civil de 2005. Las mujeres suelen romper con la pareja a los 40 años y los hombres a los 43". La Razón: "El divorcio exprés fulmina a 90.000 parejas. Las rupturas matrimoniales definitivas aumentan un 74 por ciento en 2006 mientras las separaciones bajan en un 70". El Mundo: "El divorcio expres hace que suban un 330 % los matrimonios que se rompen antes de un año". El País: "Los divorcios aumentan un 74% con la nueva ley. Los cónyuges apenas se separan y piden directamente la ruptura definitiva". Sólo tres preguntas: ¿cuántos de esos matrimonios no se hubieran casado si supieran realmente qué es y qué conlleva el amor auténtico en el Matrimonio? ¿Por qué, si en otras disciplinas de la vida luchamos varias veces con empeño por conseguir el éxito y no arrojamos la toalla al primera fracaso, no protegemos el derecho del matrimonio a superar sus crisis? ¿Toda la defensa que se puede hacer de la institución matrimonial en esta sociedad tiene que ver con una patética serie de televisión que ridiculiza y empobrece la más radical y maravillosa apuesta por la felicidad en pareja? Que no cunda el pánico. Benedicto XVI ha anunciado que antes de Navidad va a publicar su segunda encíclica que tiene que ver con la Esperanza. SPE SALVI (Salvados gracias a la Esperanza). A pesar de todo, hay muchos motivos para ello.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Alguna respuesta?
mmm...
Leticia