Los titulares de la prensa de hoy sobre el estado de salud del matrimonio en España son para echarse las manos a la cabeza: ABC: "Los divorcios casi se duplican desde la reforma del código Civil de 2005. Las mujeres suelen romper con la pareja a los 40 años y los hombres a los 43". La Razón: "El divorcio exprés fulmina a 90.000 parejas. Las rupturas matrimoniales definitivas aumentan un 74 por ciento en 2006 mientras las separaciones bajan en un 70". El Mundo: "El divorcio expres hace que suban un 330 % los matrimonios que se rompen antes de un año". El País: "Los divorcios aumentan un 74% con la nueva ley. Los cónyuges apenas se separan y piden directamente la ruptura definitiva". Sólo tres preguntas: ¿cuántos de esos matrimonios no se hubieran casado si supieran realmente qué es y qué conlleva el amor auténtico en el Matrimonio? ¿Por qué, si en otras disciplinas de la vida luchamos varias veces con empeño por conseguir el éxito y no arrojamos la toalla al primera fracaso, no protegemos el derecho del matrimonio a superar sus crisis? ¿Toda la defensa que se puede hacer de la institución matrimonial en esta sociedad tiene que ver con una patética serie de televisión que ridiculiza y empobrece la más radical y maravillosa apuesta por la felicidad en pareja? Que no cunda el pánico. Benedicto XVI ha anunciado que antes de Navidad va a publicar su segunda encíclica que tiene que ver con la Esperanza. SPE SALVI (Salvados gracias a la Esperanza). A pesar de todo, hay muchos motivos para ello. Cuando el hombre pierde el miedo a equivocarse es LIBRE. Eso es la REDENCIÓN. El PERDÓN. Cuando el hombre es consciente de que hay perdón rompe el último baluarte de los enemigos de la LIBERTAD, que es meter miedo. Se pierde el miedo incluso a la propia equivocación, se es más libre y entonces saca lo mejor de si mismo.
viernes, 16 de noviembre de 2007
MATRIMONIADAS
Los titulares de la prensa de hoy sobre el estado de salud del matrimonio en España son para echarse las manos a la cabeza: ABC: "Los divorcios casi se duplican desde la reforma del código Civil de 2005. Las mujeres suelen romper con la pareja a los 40 años y los hombres a los 43". La Razón: "El divorcio exprés fulmina a 90.000 parejas. Las rupturas matrimoniales definitivas aumentan un 74 por ciento en 2006 mientras las separaciones bajan en un 70". El Mundo: "El divorcio expres hace que suban un 330 % los matrimonios que se rompen antes de un año". El País: "Los divorcios aumentan un 74% con la nueva ley. Los cónyuges apenas se separan y piden directamente la ruptura definitiva". Sólo tres preguntas: ¿cuántos de esos matrimonios no se hubieran casado si supieran realmente qué es y qué conlleva el amor auténtico en el Matrimonio? ¿Por qué, si en otras disciplinas de la vida luchamos varias veces con empeño por conseguir el éxito y no arrojamos la toalla al primera fracaso, no protegemos el derecho del matrimonio a superar sus crisis? ¿Toda la defensa que se puede hacer de la institución matrimonial en esta sociedad tiene que ver con una patética serie de televisión que ridiculiza y empobrece la más radical y maravillosa apuesta por la felicidad en pareja? Que no cunda el pánico. Benedicto XVI ha anunciado que antes de Navidad va a publicar su segunda encíclica que tiene que ver con la Esperanza. SPE SALVI (Salvados gracias a la Esperanza). A pesar de todo, hay muchos motivos para ello.
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1 comentario:
¿Alguna respuesta?
mmm...
Leticia
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