Lo recordaba en la homilía el mítico sacerdote que ha oficiado la última boda (y ya van once en este año) a la que he asistido este fin de semana en San Sebastián. Ese diligente padre de familia que le contaba en confidencia cuál era su pensamiento y oración cada vez que pasaba por delante de la fotografía que había en la sala de estar de toda su numerosa familia: "Señor, te pido que esta misma foto que ahora contemplo nos la podamos hacer el día de mañana los mismos, juntos todos, en el cielo".
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