viernes, 3 de agosto de 2007

SER FUTBOLISTA NO ES LLEVAR UNA KAKA DE VIDA

Definitivamente hay gente que está muy colgada. Jugador de fútbol brasileño de prestigio mundial. Multimillonario. 25 años y toda una vida de éxito y glamour por delante. Sumen a todo ello que encima se lo rifan los dos equipos más importantes del planeta como el Madrid y el Milán. Como para volverse loco, tonto y gilipollas de por vida. Al chico le llaman de una revista frívola internacional para lucir musculito como es Vanity Fair, al igual que han hecho Beckham o Thierry Henry entre otros, y no se le ocurre otra cosa que declarar que llegó virgen al matrimonio por propia elección: "Mi mujer y yo elegimos llegar castos al matrimonio. La Biblia enseña que el verdadero amor se alcanza sólo con la boda, con el intercambio de sangre, el que la mujer pierde con la virginidad. Para nosotros la primera noche fue bellísima". Además, en vez de ir de guay, de machoman, afirma que le costó un montón y que si lo consiguió fue gracias a la oración: "Claro que me pesó, soy un joven normal. No fue fácil llegar al matrimonio sin haber estado nunca con una mujer. Con Caroline (su mujer) nos besábamos y el deseo existía, pero siempre supimos retenernos. Si hoy nuestra vida es tan bella, creo que es porque hemos sabido esperar". Ahora entiendo porque cuando el Milán consiguió su séptima copa de Europa la gente se asombró al verlo celebrar la victoria en el campo, de rodillas, rezando y con una camiseta que ponía: "Pertenezco a Jesús". El jugador brasileño Kaká pertenece a la iglesia evangélica. Colgados como estos sin duda hacen pensar a millones de jóvenes, provocan al personal y nos recuerdan que podemos estar llamados a la excelencia a pesar de nuestras muchas imperfecciones. Nada es imposible. Ojalá salgan muchos más marcianos como estos en la prensa internacional. Como mínimo es una opción más. Un respeto.

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