Leo una interesante entrevista con la hermana Sor Mariae Keyrouz en la edición de hoy de La Vanguardia. Guapa religiosa perteneciente a la congregación de las hermanas de San Basilio de El Líbano, con un cierto aire a Julie Andrews, que, según se puede comprobar en su página web, canta como los ángeles. A los siete años tuvo una especial llamada del Señor, a través del don de la música en su propia voz, que le ha llevado a formarse profesionalmente y dedicar su vida a la interpretación y el estudio de la música como forma de dar a conocer a Dios. Tanto es así que es conocida internacionalmente como la gran señora del canto cristiano. La música y el arte, necesariamente, lo bueno y lo bello, nos abren a la trascendencia:"Si mi canto no fuera a favor del hombre, que está hecho a imagen de Dios, no tendría sentido. Dios es el hombre y el hombre es Dios". Cuenta cómo durante los bombardeos de la guerra del Líbano, siendo ella una joven monja de 20 años, los vecinos del colegio acudían a refugiarse a sus sótanos y ella cantaba para ayudar a la gente a superar el terror: "Una mañana, al salir del refugio, había muertos en la puerta de la escuela. Entre ellos, Antoine, un joven de 17 años. Cuando su madre lo vio, empezó a blasfemar, furiosa. Su padre me pidió que cantara algo por el alma del joven. Yo tenía un nudo en la garganta, pero me puse a cantar en medio de la calle y entonces la madre dejó de gritar, juntó las manos y dijo: "Gracias, Señor, dame paciencia", y empezó a cantar conmigo. … Comprendí que mi canto era importante para transmitir el mensaje de la paz dentro del corazón humano. Aquel día decidí dejar la enseñanza y continuar mis estudios de musicología y antropología para saber cuál es el papel y los efectos del canto en la vida del hombre desde el Antiguo Testamento".
No hay comentarios:
Publicar un comentario