Mi sobrina Marta está ahora sumergida en plena temporada de exámenes. Cuando yo era estudiante universitario era la única época del curso en la que verdaderamente invertía horas en estudiar. Había una cierta épica y estética del empujón final que nos hacía descargar adrenalina en enero y junio: termos de café, atriles, pitillos de madrugada, ojeras, resúmenes, subrayados, esquemas... sin complejos. Estábamos matriculados en Periodismo y no siempre uno se podía permitir el lujo de aprobar todas las asignaturas. Para mi tranquilidad y descargo retroactivo he conocido esta tarde hombres imprescindibles de la historia, incluso premios Nobel, que han recibido papeletas de "no apto" en su tránsito académico. Sírvate de consuelo, querida sobrina, Marta.
A Ramón y Cajal le suspendieron en Lógica y Psicología; a Ramón del Valle-Inclán, en latín, Castellano, Aritmética, Álgebra, Derecho Internacional y Hacienda Pública; García Lorca suspendió cinco veces Lengua Castellana; Azorín, Literatura General y Literatura Española; Ramón de la Serna, Literatura; Pío de Baroja, tres veces Patología y nuestros grandes poetas; Machado, Eduardo Marquina y Ramón Jiménez no aprobaron Historia Crítica de España.
2 comentarios:
Albert Einstein suspendía álgebra.
Habéis entendido, no? Todos los genios pencamos algo...
(es parte de nuestra esencia, nuestra genialidad)
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