Tan sólo unas breves líneas, en medio de esta asincronía temporal del blog, para suscribir el brillante artículo de la nada sospechosa periodista Pilar Rahola en La Vanguardia tras el desayuno pantomima de oración del presidente del gobierno de España José Luis Rodríguez Zapatero junto a Obama en los EEUU. Se titula "El Rosario de Zapatero" y no tiene desperdicio: "Se imaginan el barullo político que habría montado el PSOE si Aznar, en sus épocas de botas tejanas, hubiera ido a pasar el rosario en un acto convocado por una entidad cristiana conservadora? ¿Se imaginan lo que habría salido por la boca de José Blanco, otrora el martillo de herejes de la maldad pepera? ¿Y qué lindezas habría dicho Leire Pajín, cuyo papel de chica grillo lleva con gran afán? Es difícil encontrar un equivalente español de The Fellowship, la poderosa y ultra organización cristiana que acogió el National Prayer Breakfast, donde Obama y sus invitados elevaron sus rezos al cielo, pero podríamos imaginar a los Legionarios de Cristo, y no ir muy desencaminados. La cuestión, sin embargo, no es quién invita a rezar, ni los católicos, como Duran Lleida, que aceptan una invitación coherente con sus creencias. La cuestión es que Zapatero, el líder de la confrontación permanente con la Iglesia católica, el político que ha basado parte de su propaganda en hacer de comecuras y sacar los colores a las ideas reaccionarias de dicha Iglesia, se vaya, raudo y veloz, a rezar al ladito de Obama, a ver si se le pega algo del carisma perdido. Es decir, está tan desesperado con el naufragio de su imagen política, que abandona por un tiempo su militante laicismo, para dejarse amparar por la mano divina, quizás convencido de que es compatible machacar a la Iglesia en España y rezar con sus voces más ortodoxas en EE.UU. Sin embargo, la contradicción resulta muy hiriente. Primero, porque hablamos del hombre que ha reabierto el debate sobre el aborto y ha legalizado los matrimonios gais, y rezará en una convocatoria de la organización más antiabortista de EE.UU. y que abiertamente ha luchado contra dichos matrimonios. No sé, pero no puedo evitar tener una brutal sensación de notable hipocresía. Aquello de la doble moral, pero en su versión atea. Segundo, porque la práctica (muy norteamericana) de mezclar la creencia religiosa con la acción política no casa con un líder que habasado su ideología en todo lo contrario, en dejar claro que no debe casar lo espiritual con lo terrenal. Y finalmente, porque la misma acción que, perpetrada por Obama y Zapatero, es digerida sin problemas por la progresía oficial, habría sido brutalmente denostada en las épocas de Bush y Aznar, y considerada un ejemplo evidente de maldad ultraconservadora. Lo cual remite a Aristóteles, que aseguraba que "no se puede ser y no ser algo al mismo tiempo y bajo el mismo aspecto". No se puede ser en la vida civil..., porque parece que en la política cabe todo, incluso que un aguerrido anticlerical se ponga a rezar en un foro cristiano ultraconservador. La pregunta final es: ¿a quién rezó? Si no cree, ¿estaba haciendo mimo? O, peor, ¿le estaba haciendo trampas a Dios? Y si cree, ¿ha engañado al personal? Sea como sea, todo parece bastante delirante".
Cuando el hombre pierde el miedo a equivocarse es LIBRE. Eso es la REDENCIÓN. El PERDÓN. Cuando el hombre es consciente de que hay perdón rompe el último baluarte de los enemigos de la LIBERTAD, que es meter miedo. Se pierde el miedo incluso a la propia equivocación, se es más libre y entonces saca lo mejor de si mismo.
sábado, 6 de febrero de 2010
EL ROSARIO DE ZAPATERO
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2 comentarios:
¿como que Rahola está libre de toda sospecha? al contrario, es muy sospechosa de que siempre le caiga malla isquuerida y nunc ala derecha, con eso está dicho todo. Soiempre ha tacado a Zapaetero y a Obama, hubira preferido que ganara la Pallin ja ja ja qué pobrecilla, la conozco bine, hace años que la sigo y apunto sus meadas fuera de tiesto
Va por libre la Rahola desde hace tiempo y por eso es fácil que un día coincidas con ella y al otro, no. A mí me resulta simpática justamente por eso. Claro que hay gente a la que le gustan las opiniones de partido y punto. Cuestión de gustos.
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