La verdad es que hasta hoy no sabía casi nada de este afamado periodista polaco que acaba de fallecer en Varsovia a los 74 años de edad. Reportero y escritor, Kapuscinski, licenciado en Historia y uno de los autores más traducidos de su país, ha sido definido de forma unánime por la prensa española como maestro de periodistas y uno de los mejores del siglo XX. En su dilatada carrera presenció 27 revoluciones, vivió 12 frentes de guerra y fue condenado en cuatro ocasiones a ser fusilado. Harto de la censura polaca, a partir de la década de los 80 empezó a colaborar con periódicos y revistas internacionales («The New York Times» o «Frankfurter Allgemeine Zeitung»), a la vez que se introdujo de lleno en el campo literario a través del gran reportaje. Localizo en la estanteria de mi cuarto uno de sus mejores libros de reportajes sobre países africanos bajo el título de "Ébano" que algún día espero leer.
Me han llamado la atención unas interesantes palabras suyas sobre la profesión que vienen muy al pelo en este 24 de enero, festividad de San Francisco de Sales, patrón de los periodistas: "Para ejercer el periodismo, ante todo, hay que ser buenos seres humanos. Las malas personas no pueden ser buenos periodistas. Si se es una buena persona se puede intentar comprender a los demás, sus intenciones, su fe, sus intereses, sus dificultades, sus tragedias...".
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