viernes, 12 de marzo de 2010

MIGUEL DELIBES Y EL ABORTO

Rescato ahora esta interesante columna de Miguel Delibes en el diario ABC, de diciembre de 2007, a propósito de la movilización político-social de aquel tiempo con motivo del debate sobre la ampliación de la ley del aborto. Se titulaba "Aborto libre y progresismo". Lo hago en el día de su fallecimiento consciente de que el maestro de la literatura castellana va a ser ensalzado en las próximas horas por tantos, y tantas otras razones, que, en muchos casos, olvidarán interesadamente un dato significativo: la profunda y veraz antropología cristiana que sustentaba su pluma y su forma de pensar y vivir. Delibes nunca olvidó la defensa de la vida por ese "insobornable criterio moral para lo que es justo". Así decía el maestro de periodistas en esa brillante columna sobre este terrible crimen: "Y el caso es que el abortismo ha venido a incluirse entre los postulados de la moderna «progresía». El ideario progresista estaba claro y resultaba bastante sugestivo seguirlo. La vida era lo primero, lo que procedía era procurar mejorar su calidad para los desheredados e indefensos. Había, pues, tarea por delante. Pero surgió el problema del aborto, del aborto en cadena, libre, y con él la polémica sobre si el feto era o no persona, y, ante él, el progresismo vaciló. (...) En nuestro tiempo es casi inconcebible un progresista antiabortista. Para estos, todo aquel que se opone al aborto libre es un retrógrado, posición que, como suele decirse, deja a mucha gente, socialmente avanzada, con el culo al aire. Antaño, el progresismo respondía a un esquema muy simple: apoyar al débil, pacifismo y no violencia. Años después, el progresista añadió a este credo la defensa de la Naturaleza. Para el progresista, el débil era el obrero frente al patrono, el niño frente al adulto, el negro frente al blanco. Había que tomar partido por ellos. Para el progresista eran recusables la guerra, la energía nuclear, la pena de muerte, cualquier forma de violencia. En consecuencia, había que oponerse a la carrera de armamentos, a la bomba atómica y al patíbulo. (...) Si el progresismo no es defender la vida, la más pequeña y menesterosa, contra la agresión social, y precisamente en la era de los anticonceptivos, ¿qué pinto yo aquí? Porque para estos progresistas que aún defienden a los indefensos y rechazan cualquier forma de violencia, esto es, siguen acatando los viejos principios, la náusea se produce igualmente ante una explosión atómica, una cámara de gas o un quirófano esterilizado".

lunes, 8 de marzo de 2010

"UP": CURSILLO DE PREPARACIÓN AL MATRIMONIO

"UP", la maravillosa aventura en globo producida por la factoría Disney/Pixar, acaba de obtener hace unas horas el Oscar a la mejor película animada de 2009. A pesar del importante galardón estoy convencido de que los miembros del jurado de la Academia no se han percatado todavía del fantástico retrato del amor matrimonial que contiene esta impresionante historia animada. Son casi cinco minutos en los que Carl y Ellie resumen su intensa y auténtica vida matrimonial no exenta de adversidades y contratiempos. Un genial y tierno canto al Amor Humano.

domingo, 7 de marzo de 2010

FEMINICIDIO: 100 MILLONES DE MUJERES MENOS

Interesante reportaje de portada esta semana en el prestigioso, y nada sospechoso, "The Economist" en el que se denuncia las terribles consecuencias del aborto selectivo de niñas en China, la India y otros países asiáticos. Lo denominan sin complejos Gendercide (Generocidio-Feminicidio) que se define como la exterminación deliberada o el asesinato masivo género-selectivo de personas de un sexo concreto. Según el semanario británico cien millones de niñas han desaparecido del planeta tierra en los últimos años por el mero hecho de pertenecer al sexo femenino. Esto si es una clara desigualdad, silenciosa, violenta, macabra y cruel, que en muy pocas ocasiones encuentra semejante eco en la prensa internacional, y que atenta de forma flagrante contra los derechos humanos fundamentales. De hecho la cifra de cien millones fue calculada hace veinte años por el economista indio Amartya Sen. A día de hoy, con toda seguridad, serán muchas más. En el fondo esta dramática historia, al margen de los motivos por los que se practique, pone de relieve la tremenda crueldad del crimen del aborto. Ojo a la frasecita del semanario: "Para aquellos que se oponen al aborto esto es un asesinato en masa. Para los que, como este periódico, piensan que el aborto debe ser "seguro, legal y excepcional" (usando la denominación de Bill Clinton) dependiendo de las circunstancias, el resultado acumulado de tales acciones individuales para la sociedad no deja de ser catastrófico". Con la que está cayendo ahora mismo no podemos permitirnos el lujo de prescindir de 100 millones de personas. Y menos si la mayoría de ellas pertenecen al eterno genio femenino.